Recomendaciones ante una nueva temporada de huracanes
Se vaticina una temporada activa, que ocurre en el contexto de una pandemia, sin refugios seguros y con decenas de miles de viviendas con toldos azules así como con otras en espera de asistencia para reparación y reconstrucción que difícilmente llegará a tiempo.
La experiencia de Ayuda Legal Puerto Rico en temas de desastres y vivienda desde una perspectiva legal, así como la colaboración con organizaciones, grupos y comunidades en Puerto Rico y Estados Unidos, los ponen en posición de presentar una serie de recomendaciones puntuales ante la temporada de huracanes que se aproxima.
Recomendaciones hacia la temporada de huracanes 2020
Antes de la temporada
- Desarrollar y publicar el plan de manejo de desastres adaptado a una nueva temporada de huracanes en medio de la pandemia. Debe incluir protocolos de distanciamiento físico, para la prevención y el manejo de brotes de contagio y la disponibilidad de pruebas que ya están almacenadas en los distintos municipios. Este plan debe atender, además, las necesidades de poblaciones particulares e incluir protocolos para la prevención y el manejo de casos de violencia de género, protección de menores, atención a personas encamadas, adultas mayores y personas con diversidad funcional.
- Desarrollar un plan para el almacenaje y distribución de suministros - incluyendo sus inventarios y criterios para la repartición-, disponible al público general.
- Aclarar que la reanudación de labores de reparación, reparación y reconstrucción de viviendas con fondos CDBG-DR es una prioridad, siguiendo protocolos estrictos de seguridad y salud. Esto debe incluir establecer medidas cautelares estrictas para permitir que procesos como la toma de solicitudes, el análisis de la misma y las inspecciones puedan reanudarse.
- Enmendar el Plan de Acción para separar los procesos de reparación y reconstrucción del de relocalización y permitir allegar asistencia a las cientos de miles de familias que viven en zonas inundables o susceptibles a deslizamientos cuando la mitigación es posible. Esto agilizaría el uso de los fondos y protegería el techo seguro de comunidades y familias de escasos recursos alrededor de Puerto Rico.
- Ofrecer alternativas viables y adecuadas de vivienda segura a las familias que continúan desplazadas tras los terremotos en el sur.
- Identificar, certificar y publicar la lista de refugios seguros, salubres y accesibles alrededor de Puerto Rico, en número y localización equivalente a las escuelas. Esto debe incluir alternativas de refugio individual tales como hoteles y hospederías.
Durante la temporada de huracanes
- Los refugios deben estar preparados y abrir tan pronto se pueda prever alto riesgo de impacto para Puerto Rico.
- Debe garantizarse la llegada de suministros a todo Puerto Rico, en particular a las islas municipios de Vieques y Culebra.
- El gobierno debe ser diligente en sus solicitudes de declaración de emergencia y desastre mayor. Reiteramos, tal como quedó claro ante los terremotos, que ante daños significativos inminentes o evidentes no es necesario presentar tales solicitudes por separado. Debe exigirse la mayor asistencia pública e individual posible. Toda solicitud debe hacerse pública.
Tras el desastre
- Junto a alcaldes y sin fines de lucro, censar el daño en las propiedades lo antes posible, incluyendo aquellas que son habitadas por familias no dueñas.
- Asegurar que los procesos para solicitudes de emergencia se harán disponibles a las comunidades remotas, sin necesidad de uso de tecnología o, de ser ese el caso, electricidad.
- Garantizar que las personas dueñas sin título formal podrán acceder a fondos de asistencia individual para desastres para reparar sus hogares. Ganamos este reclamo en el 2018 pero el gobierno local no amplificó efectivamente la exigencia. Este obstáculo dejó a miles de familias sin un techo seguro.
- Promover la canalización de asistencia para poblaciones que quedan descubiertas de asistencias, tales como las personas inmigrantes.
- De ser necesario, implantar un plan de relocalización sensible, participativo y adecuado para familias que no puedan volver a sus hogares de forma temporera o permanente.
- Revisión del plan de manejo de emergencias para incorporar hallazgos surgidos a lo largo de la temporada.
- De tratarse de un impacto significativo que amerite la aprobación de una declaración de emergencia, esta orden ejecutiva debe incluir una política pública clara en protección al derecho a la vivienda que incluya una prohibición de acciones de desahucios y ejecuciones de hipoteca mientras dure la emergencia, el llamado al Departamento de la Vivienda y municipios para que identifiquen fondos para asistencia de alquiler y la instrucción a la banca de que implanten moratorias justas