Una comunidad de abogadas y abogados comprometidas con la justicia social
En Ayuda Legal Puerto Rico estamos comprometidas con la construcción de una cultura pro bono fuerte y activa. Desde que comenzamos a trabajar, las personas estudiantes y abogadas pro bonistas han sido indispensables para el desarrollo de nuestros programas de educación y apoyo legal a comunidades alrededor del archipiélago.
Tras los huracanes del 2017, fueron las pro bonistas quienes se movilizaron para proveer una respuesta rápida a las necesidades legales de personas y comunidades afectadas. En pocas semanas, y bajo condiciones difíciles, cientos de personas y decenas de organizaciones estuvieron dispuestas a adiestrarse, salir a la calle, visitar comunidades y acompañar a quienes perdieron casi todo. La labor de aquellas primeras brigadas legales se transformó en una jornada amplia de educación, apoyo legal y abogacía por el derecho a la vivienda.
Hoy, los retos son mayores.
El presente de nuestro País está atravesado por la pobreza, la desigualdad, el discrimen por razón de raza, género y clase, por la falta de acceso a derechos fundamentales, los desplazamientos, el impacto nefasto de la austeridad y la corrupción gubernamental. En este contexto, la práctica legal con perspectiva de justicia social es más relevante que nunca. Estamos llamadas a defender activamente los derechos de la gente.
Damos la bienvenida y sumamos fuerzas con las personas abogadas y estudiantes que apuestan al trabajo legal comunitario. Esta práctica del derecho reconoce la importancia de la representación tradicional pero se centra en la educación, el análisis de política pública y el proceso participativo del quehacer legal.
¿Qué es el acompañamiento legal?
Definimos el acompañamiento legal como una práctica del derecho comprometida con la justicia social, la autonomía y el trabajo solidario. Aspiramos a construir relaciones horizontales y a compartir experiencias y conocimientos entre las personas abogadas y las comunidades, con el fin de ejercer, reclamar y defender derechos. Atendemos la necesidad de apoyo legal gratuito mediante estrategias que incluyen talleres legales comunitarios, hotlines y asistencia a través de plataformas tecnológicas.
Compartimos la obligación ética y política de que nuestra profesión procure porque ninguna persona quede sola o desprotegida ante la amenaza a sus derechos. El Canon 1 de Ética Profesional no es una mera aspiración sino un deber afirmativo y exigible. En este contexto, celebramos el nuevo Reglamento para la Asignación de Casos de Oficio, que pasa a establecer bases equitativas para el cumplimiento de nuestra obligación compartida, al tiempo en que reconoce espacios no tradicionales para la práctica legal que necesita el País.
Para que la cultura pro bono fuerte sea posible, practicamos el acompañamiento desde adentro de la profesión. Las abogadas y estudiantes comprometidas ofrecen y desean realizar más servicios pro-bono. Esto a pesar de su propia precariedad, la falta de talleres de trabajo donde desarrollar mayor capacidad y la inseguridad laboral. Necesitamos más recursos y mejores condiciones para promover el acceso a la justicia sobre bases equitativas y justas.
En Ayuda Legal Puerto Rico reiteramos nuestro compromiso con cada persona pro bonista ofreciéndole herramientas que faciliten su labor. Entre otras, ponemos a su disposición plataformas de consulta, talleres, materiales educativos, formularios y guías, oportunidades de trabajo legal no tradicional, así como información para cumplir con los requisitos de la Rama Judicial.
Ante la consigna de que ninguna persona está sola, respondemos acompañándonos desde adentro y desde afuera. Confiamos en que nuestro trabajo amplificado ayudará a construir el País justo que deseamos. Adelante, pro bonista, que estamos aquí para construir comunidad al servicio de la justicia social.